Notas|octubre 2025

Vivir en un mundo pequeño

Para nuestra nueva colaboración de diseño con los especialistas británicos en ropa para actividades al aire libre Barbour, pasamos unos días en la isla de Gotland a principios de este año, capturando el paisaje distintivo de mar, piedra y cielos abiertos, así como las vidas de las personas que viven y trabajan allí.

Las islas son pequeños continentes que albergan mundos enteros en miniatura. Lugares de condensación, se convierten en reinos autónomos donde la vida evoluciona a su propio ritmo. Los elementos y ritmos de la naturaleza representan una presencia constante, que revela la impermanencia de todas las cosas: el rugido silencioso del mar, los sutiles cambios de luz, las nubes que se forman y se disuelven en el cielo, y el fluir sereno de las estaciones, marcado por el ir y venir de las aves migratorias.

A rustic windmill with wooden blades stands on a grassy field under a clear blue sky, surrounded by trees and a stone fence.

Gotland es el pequeño gran continente de Suecia, situado en el mar Báltico, a unos 100 kilómetros de la costa continental. Isla de piedra caliza, casi completamente plana, que nació como un arrecife de coral en un mar poco profundo y tropical cerca del ecuador. Durante millones de años, la isla se desplazó hacia el norte hasta su ubicación actual entre Suecia y Letonia, y tras la Edad de Hielo, emergió a través de las frías aguas. Abundan los fósiles dispersos a lo largo de las costas, y en los extremos de la isla, esculturales formaciones rocosas se alzan sobre el mar: restos estratificados de antiguos arrecifes de coral, erosionados, fracturados y moldeados por las olas, como monumentos a tiempos remotos. Linneo los bautizó como «gigantes de piedra».

Tall, weathered rock formation resembling a face, standing on a rocky beach with the ocean and cloudy sky in the background.

Se ha dicho que la isla es un teatro: un escenario donde los acontecimientos cotidianos se condensan en relato: obras de cámara en un lugar en ninguna parte. El aislamiento invita a la conexión y crea una serena sensación de intimidad y pertenencia. El límite del agua se convierte en una invitación a mirar hacia el interior, e incluso la roca puede transformarse en algo nuevo: un pequeño mundo, completo a su manera.

A donkey stands in a field, draped with a dark plaid blanket, surrounded by dry grass under a cloudy sky.
Black and white image of a windmill with a wooden roof, stone base, and nearby tall flagpole, framed by a bush and rocky ground.
A flock of birds flying across a dark, cloudy sky at dusk, with a hint of orange on the horizon.