Entrevistas|agosto 2025

Erika Wall, sobre el ritual de nadar en agua fría

En el primer año de la pandemia, cuando muchos de nosotros comenzamos a establecer una nueva relación con la naturaleza, la doula y modelo Erika Wall, afincada en Estocolmo, se unió a un grupo de nadadores de agua fría en la sauna local. "La mente se aclara y el cuerpo se calma. Me siento conectada con lo que sucede justo en en ese momento", dice.

La natación en agua fría, elogiada por sus múltiples beneficios para la salud, cuenta con una larga tradición en los países nórdicos. Por lo general, este vigorizante pasatiempo de exterior se disfruta en la naturaleza o en baños al aire libre especialmente construidos para este propósito. No solo amplía la temporada de baño, sino que también se considera una actividad social.

 

Los baños al aire libre suelen estar situados en la costa o en lagos con acceso directo al agua, lo que permite a los visitantes disfrutar de la hermosa naturaleza circundante. El ritual de bienestar de los baños de agua fría se entrelaza con sesiones de sauna caliente que complementan la experiencia terapéutica. La mayor parte de los baños al aire libre tienen zonas especificas para hombres y mujeres, pero algunos lugares también reconocen a las personas transgénero y no binarias, lo que pone la totalidad de los servicios al alcance de todo el mundo.

 

"La natación es una rutina para mí. Solía ir a la sauna dos o tres veces a la semana en invierno y nadaba en la bahía. Muchas de las personas que he conocido allí a lo largo de los años hablaban de nadar en agua fría sin la sauna. Al principio, pensé que no tenía ningún sentido. Luego me entró la curiosidad y me di cuenta de que ya había empezado a ganar confianza y resistencia al frío", comenta Erika Wall, que también es una nadadora experimentada al aire libre.

 

"Cuando llegó la pandemia, la sauna cerró. Muchos amigos de la comunidad de la sauna, que nunca nadaban solos en aguas frías, empezaron a reunirse para nadar en diferentes partes de la ciudad. Fue entonces cuando me uní a ellos".

 

El ritual de agua fría tiene beneficios para la salud demostrados científicamente, entre los que se incluyen efectos energizantes y estimulantes del estado de ánimo, mejora de la memoria, disminución de la tensión y alivio del estrés. Estos beneficios para la salud, junto con la relajante experiencia de conectar con la naturaleza, han contribuido a su creciente popularidad.

 

Erika Wall Interview

La natación en agua fría, elogiada por sus múltiples beneficios para la salud, cuenta con una larga tradición en los países nórdicos. Por lo general, este vigorizante pasatiempo de exterior se disfruta en la naturaleza o en baños al aire libre especialmente construidos para este propósito. No solo amplía la temporada de baño, sino que también se considera una actividad social.

 

Los baños al aire libre suelen estar situados en la costa o en lagos con acceso directo al agua, lo que permite a los visitantes disfrutar de la hermosa naturaleza circundante. El ritual de bienestar de los baños de agua fría se entrelaza con sesiones de sauna caliente que complementan la experiencia terapéutica. La mayor parte de los baños al aire libre tienen zonas especificas para hombres y mujeres, pero algunos lugares también reconocen a las personas transgénero y no binarias, lo que pone la totalidad de los servicios al alcance de todo el mundo.

 

"La natación es una rutina para mí. Solía ir a la sauna dos o tres veces a la semana en invierno y nadaba en la bahía. Muchas de las personas que he conocido allí a lo largo de los años hablaban de nadar en agua fría sin la sauna. Al principio, pensé que no tenía ningún sentido. Luego me entró la curiosidad y me di cuenta de que ya había empezado a ganar confianza y resistencia al frío", comenta Erika Wall, que también es una nadadora experimentada al aire libre.

 

"Cuando llegó la pandemia, la sauna cerró. Muchos amigos de la comunidad de la sauna, que nunca nadaban solos en aguas frías, empezaron a reunirse para nadar en diferentes partes de la ciudad. Fue entonces cuando me uní a ellos".

El ritual de agua fría tiene beneficios para la salud demostrados científicamente, entre los que se incluyen efectos energizantes y estimulantes del estado de ánimo, mejora de la memoria, disminución de la tensión y alivio del estrés. Estos beneficios para la salud, junto con la relajante experiencia de conectar con la naturaleza, han contribuido a su creciente popularidad.

 

Erika Wall Interview
Erika Wall Interview
Erika Wall Interview
Erika Wall Interview

"Cuando estoy en agua fría, empleo la misma técnica de respiración que aprendí de una matrona cuando di a luz a mi segundo hijo. Resultó tan eficaz y fue una experiencia tan increíble que me inspiró a empezar a trabajar como doula, para ayudar a otras mujeres a vivir el parto de esta manera", asegura Erika Wall.

 

"Me relajo por completo y siento la relajación en todos los músculos. Respiro despacio, tranquilamente y me entrego a esa sensación. A los tres minutos, la mente se aclara y el cuerpo se calma. Veo a la gente pasar con abrigos y sombreros, sin fijarse en mí. Me siento conectada con lo que sucede justo en en ese momento".

 

"Ahora que mi temporada de playa abarca todo el año, no quiero parar. Tengo un subidón natural de endorfinas que dura todo el día. ¿Por qué querría estar sin él?".